Mallorca (ES), 22 de enero de 1905 / Fecha y lugar de muerte, desconocida.

Política

Viuda de Fernando Leal Crespo, fusilado por falangistas.

A los 31 años, pierde a su esposo, el madrileño Fernando Leal Crespo (1896-1936) quien ejercía de inspector de Primera Enseñanza en Baleares y Pitiusas. Miembro activo de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) sufrió una intensa campaña de desprestigio pues había prohibido impartir enseñanza a colegios dirigidos por monjas que no habían realizado estudios de magisterio. Fue torturado, antes de fusilarlo en el kilómetro 12 de la carretera de Sóller, la noche del 26 de agosto de 1936. Fue enterrado en una fosa común en Palma de Mallorca.

Tras el asesinato de su marido, Catalina fue rechazada por el entorno familiar y social de Mallorca.

No le quedó más remedio que partir hacia Barcelona en septiembre de 1936, con sus cuatro hijos, dos niños y dos niñas -una de ellas de meses- y acompañada de su madre. Cuando Barcelona cayó en manos de las tropas franquistas los Leal-Palmer se dirigirán entonces junto con otros miles de republicanos al exilio, primero en Francia, luego Venezuela.

A lo largo de todo este proceso, fue determinante la colaboración y el respaldo de sus cuñados Pilar Munárriz y Luis Leal Crespo, hermano de Fernando, quienes realizaron idéntico recorrido.

Sin embargo, los testimonios de su paso en tierra venezolana son casi inexistentes. De su presencia en Venezuela consta que se hizo ciudadana venezolana y que recibió la cédula de identidad número 988.865 y que su hijo Fernando, nacido en 1925, recibió la cédula venezolana número 988.568 (nótese la cercanía numérica).

En ambos casos, su lugar de residencia se fija en la parroquia El Recreo de Caracas.

La periodista Margalida Capellà, quien participó con un artículo dedicado a las “Republicanas del 36: Memoria Oral” tuvo oportunidad de conversar con una de las hijas de Catalina, María Fernanda Leal Palmer, quien se refiere a lo que fue su vida fuera de Mallorca: “Acabada la guerra, se exilió primero a Francia y después a Venezuela. Una vida echada a perder, la de Catalina Palmer. Su hija, María Fernanda Leal Palmer, me dijo que no pudo asumir su tragedia y se convirtió en una persona solitaria, amargada y triste”.

Su nieta, María Fernanda Zulueta Leal, interesada en el rescate de la memoria histórica de su abuelo, hizo pública una carta que escribió Fernando desde la cárcel, despidiéndose de su esposa y que fue entregada a Catalina Palmer por el Obispo de Palma, quien les había casado años antes.

 

Miércoles – 27 de agosto Sra. Dª Catalina Palmer de Leal

Queridísima nena de mi alma:

Voy a morir dentro de poco.

Cuida de nuestros hijos y haz que sean honrados y buenos.

Yo muero honrado. No he hecho mal a nadie, tu lo sabes.

Besa a nuestra madre y tú recibe mi último pensamiento.

Adiós, Nita*, adiós

*Nita es el diminutivo de Catalinita.

 

Fuentes: Memòria Antifranquista del Baix Llobregat. Año 10. No. 15. 2015. REPUBLICANAS DEL 36: MEMORIA ORAL. Por Margalida Capellà.

https://www.fideus.com/biografiesF%20-%20leal%20-%20crespo.htm

Temps de la Memòria. Març 2008. Butlletí de l’Associació per a la Recuperació de la Memòria Històrica de Mallorca.

Fotografía:

Catalina Palmer. Circa 1936. Photo by myheritage.com

Portada de la publicación Memòria Antifranquista del Baix. Año 10. No. 15. 2015. Llobregat.Composición de José Carmano.