Barcelona (ES) 3-9-1892 / Barcelona (ES) ​​14-8-1979

Obrero, sindicalista, contratista de obras y político. Masón.

Hijo de Josep Piera i Cussó, de Badalona, ​​y de María Pagés, de Barcelona (ES).

En 1894, el padre, albañil de oficio y de ideales republicanos, debe exiliarse durante unos años con toda la familia en Toulouse. Cuando retornan a Cataluña se instalan primero en Santa María de Barberà y poco después en Sabadell.

Hacia 1899, con seis años, comienza a trabajar vendiendo escobas y abanicos por las calles, y más tarde, trabaja sucesivamente en una fábrica textil, una imprenta y una herrería. Finalmente, siguiendo los pasos del padre y el abuelo se hace albañil.

En 1908, con quince años, es encarcelado brevemente por primera vez, cuando forma parte de un comité de propaganda para la huelga del Primero de Mayo.

Al año siguiente, en 1909, se estrena como orador con Joan Peiró (1887-1942), entonces trabajador de la fábrica de vidrio Costa y Florit de Badalona en un mitin en Badalona en solidaridad con unos socialistas japoneses colgados en Tokio (JP).

Ese fue el inicio de una larga y comprometida vida política.

El 21 de septiembre de 1912 se casa en Badalona con Rosa Fibla y Rovirosa, con quien tendrá cinco hijos: Xavier, Emilio, Llibert , Helena y Marcel.

Ya en tiempos de la República, en junio de 1932 se traslada a vivir a Barcelona y se afilia a Esquerra Republicana de Cataluña.

En mayo de 1933 impulsa la corriente obrerista de ERC a través de la publicación del manifiesto «En el actual momento político». En junio, en el 2º Congreso Nacional de ERC, es elegido miembro del Comité Ejecutivo. Y a partir de octubre forma parte del Comité de Dirección del efímero semanario Mall.

Hacia 1935, separado de su primera esposa, inicia una relación con Isabel Lorente y Lorente (Barcelona, ​​1908 – Caracas, 2007) con quien vivirá el resto de su vida y con quien tendrá dos hijos: Aurora y Robert.

Durante el bienio negro reside en Valencia, pero desde principios de 1936 vuelve a Barcelona donde vivirá hasta el final de la Guerra Civil dedicándose profesionalmente a hacer de contratista de obras.

En abril de 1936 es elegido compromisario de ERC, por Barcelona-ciudad, para las elecciones a la presidencia de la República española. Es la única responsabilidad pública que tendrá a lo largo de toda la etapa republicana.

 

Exilio en Venezuela y retornos puntuales a Cataluña

El 25 de enero de 1939 con la derrota republicana exilia primero en Francia donde es internado en un campo de concentración de donde logra salir por sus contactos como miembro de la masonería.

Se embarca hacia América, pasando seis meses enfermo en la República Dominicana, para llegar finalmente a Caracas donde continuará ganándose la vida como industrial de la construcción.

En 1942 llegan a Venezuela su pareja Isabel y los dos hijos Aurora y Robert, pero el hijo pequeño cae enfermo y en 1943 vuelve con la madre a Barcelona.

La hija Aurora permanece con él en Caracas hasta que en 1945 también vuelve a Barcelona, ​​quedando solo en Venezuela hasta que en 1951 finalmente mujer e hijos marchan de nuevo a Caracas.

A partir de 1945, con el fin de la Segunda Guerra Mundial y la esperanza de que la derrota del fascismo lleve también la caída de la dictadura franquista, ERC se organiza en todos los países que acogen exiliados: Francia, Andorra, Bélgica, Gran Bretaña, Marruecos, México, Colombia, Brasil, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay … Y Venezuela, donde es precisamente Simó Piera quien preside la delegación de ERC en el exilio.

Del 1949 al 1951, preside el Centre Català de Caracas.

Se dedica a su profesión hasta jubiliarse, a partir de lo cual, hacia el 1962, retorna a Cataluña, en algunas ocasiones para pasar largas temporadas con su pareja, entre Barcelona y Segur de Calafell, pero volviendo siempre a Venezuela, donde vive entre Caracas y Puerto La Cruz.

Probablemente, fruto de su formación autodidacta en los ambientes librepensadores de principios del siglo XX, le vendría la afición a la meditación y al yoga, que practicaba diariamente.

Escribe también sus memorias políticas que en 1975, con el título “Records y experiencias de un dirigente de la CNT”, se publican en un solo volumen conjuntamente con su biografía “Simó Piera: perfil de un sindicalista”, escrita por Joaquim Ferrer.

En 1979, en una de sus visitas a Cataluña cae enfermo y muere en Barcelona. Su entierro en Calafell, que congrega a varias personalidades políticas y culturales, se convierte en un último homenaje a uno de los sindicalistas más relevantes de la Cataluña del siglo XX.

 

Autoría: José Valle y Segura

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