Mayka: ¿Como crear una gran corporación desde cero y sin dinero?.
Sin estudios formales, pero con una intuición, una perspicacia y una capacidad de trabajo inusual, Joaquín Barrobés lo logró.
Caracas, 1958. El tarraconés Joaquín Barrobés salió a comprar artículos de papelería para su trabajo y comprobó, que casi todo lo que se consumía en el país era importado y se vendía a precios que le parecieron muy elevados.
Barrobés preguntó, indagó, realizó una pequeña encuesta y decidió fabricar el primer “Archivador tipo Sinfonía” (también se le llama archivador acordeón).
En su casa, fuera del horario laboral y con herramientas básicas, trabajó hasta que construyó un prototipo que usó como muestra para llevar a los negocios del ramo.
Hizo sus ofertas y recibió los primeros pedidos. Arriesgado, decidió jugarse el futuro a una sola carta: Tenía un buen empleo, esposa e hijos y un hogar que mantener, pero tuvo la firmeza de seguir su instinto.
Renunció a su empleo, y asumió todas las funciones de su incipiente negocio: Obrero, mecánico, capataz, administrador, vendedor, chofer, repartidor, cobrador y secretario, con la única ayuda de su esposa, María.
Lo que fue una microempresa, cuyo primer taller funcionó en una precaria construcción ubicada en Quinta Crespo cercano al centro de Caracas, empezó a crecer en volúmenes de producción, en diversidad de productos y en número de clientes.
De modo que, en menos de dos años, traspasó los límites de Caracas y empezó a surtir clientes de las principales ciudades del interior del país.
Todo ello, con un gran esfuerzo personal que implicó -durante años- jornadas de 16 horas durante los siete días de la semana. Ni vacaciones, ni salidas, ni paseos.
Después de los archivadores tipo sinfonía y con la incorporación de personal, empezó a fabricar carpetas colgantes, carpetas de fibra, archivadores con mecanismo de palanca y ganchos para carpetas.
Ya la empresa operaba en un local comercial ubicado en la urbanización Los Chaguaramos de Caracas, donde funcionó como taller y papelería abierta al público. Fue requiriendo más espacio y en 1963 se traslada el taller a un local más apropiado y mantienen papelería y oficinas en la capital, para constituir la primera distribuidora del grupo.
El crecimiento seguía y la familia comenzó a incorporarse a la organización, aportando nuevas ideas, lanzando nuevos productos y poniendo en práctica medidas gerenciales apropiadas. En 1969, Daniel, el hermano menor -junto a su esposa- se une a la organización.
Entre 1969 y 1977, Mayka experimenta una evolución importante. Agrega a su oferta las carpetas de manila, manufacturas de vinilo electro-confeccionado como las carpetas de argollas, productos de plástico inyectado como reglas y juegos geométricos, sacagrapas, artículos de fabricación metalmecánica como mecanismos de archivo y encuadernación, y uno de sus productos más importantes y emblemáticos, los borradores Nata, ampliamente conocidos.
Basados en seriedad, buenos productos y precios competitivos, el crecimiento no cesó. En 1975, se adquieren los terrenos que hoy ocupa el Complejo Mayka, en Nirgua, Estado Yaracuy. y en los años sucesivos se establecieron las redes de producción y comercializacion que hoy la mantiene de pie.
A pesar de los altibajos que ha experimentado la economía venezolana, el paso del tiempo demuestra que la decisión de Barrobés fue la correcta: Mas de 50 años en el mercado lo demuestran.
Fuente: Página web de Mayka. Enlace a la historia completa (en castellano): Click aquí
Fotografía; Elnaz Asadi / Unsplash
