Cretas (Queretes), Teruel (ES) 31-3-1914 / Castellón de la Plana (ES) 27-8-2007

Educadora. Política.

Nació el año en que estalló la Primera Guerra Mundial. Vivió dos más en carne propia: la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, del lado de los perdedores en una y de las víctimas en la otra.

Durante la Guerra Civil trabajó como maestra y delegada de Colonias Escolares de Aragón y se ocupó de organizar las colonias infantiles en Graus, Benasque, Estadilla y Puigcerdá.

Al finalizar la contienda, se exilió en Francia donde fue recluida en el campo de refugiados de Saint Jean du Bruel.

Tras la liberación vivió en Toulouse (FR) donde participó como delegada del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) en el I Congreso celebrado en el exilio en 1944. Trabajó de costurera para vestir al ejército. En París se casó en 1946 con Adolfo Jimeno Velilla, dirigente socialista en el exilio.

Ese mismo año, emigran a Venezuela. Llegaron al puerto venezolano de La Guaira a bordo del barco hospital Colomby repleto de refugiados.

Se instalaron primero en Caracas, donde se incorporó a la plantilla del Colegio Los Caobos.

Años después, fija residencia en Maracay, una ciudad a 120 kilómetros de Caracas, en la cordillera central del país. Allí fundó el Instituto Escuela Calicanto, donde impartió clases durante más de veinte años, siguiendo el sistema pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza. Lo que comenzó en un patio de naranjos con apenas seis alumnos llegó a acoger casi mil.

Regresa a España en 1975, debido a problemas de salud de su marido. Ambos tenían aún la nacionalidad venezolana (cédulas de identidad venezolanas No. 338.156, ella y 338.124, el), porque en ese entonces la legislación no permitía la doble nacionalidad.

El Instituto Escuela Calicanto, que entonces tenía unos ochocientos alumnos, fue vendido y con el dinero Palmira Plá creó una beca para que estudiantes venezolanos residentes en Maracay pudieran estudiar en España a través de la Fundación de la Universidad Carlos III, cuyo rector entonces era Gregorio Peces-Barba, a quien Plá había conocido en las cortes durante los debates de la Constitución española.

En el parlamento fue vocal de la Comisión de Educación durante un año, de la de presidencia unos meses y un año y dos meses de la Comisión Especial de los problemas de disminuidos físicos y mentales.

Una vez aprobada la Constitución, Palmira dejó el Parlamento y volvió a la pedagogía. Durante un tiempo fue concejala de Cultura y Educación de Benicàssim (Castellón), donde creó la biblioteca y la Casa de Cultura.

En 1986 dejó la política y se volcó de nuevo en la enseñanza y la ayuda social a través de distintas fundaciones, entre ellas la Fundación Palmira Plá, que desde 2004 desarrolla una importante actividad dirigida a los niños de la provincia de Teruel a través de ayudas a centros rurales y convocatorias de premios.

En su biografía Momentos de una vida (2004), se recogen algunas de sus ideas sobre la educación como aquel elemento que atraviesa y vertebra su biografía: “Yo creo que en mi niñez me afectaron muchas cosas, actos, incluso palabras o reproches, habidos en la escuela de mi pueblo que yo rechazaba y que en ocasiones me repetía en silencio pero con una gran fuerza interior: cuando yo sea maestra no lo haré así, cuando yo sea maestra no diré eso”.

Murió en Castellón, a los 93 años, el 27 de agosto de 2007.

Basado en el artículo firmado por Karina Sainz Borgo, publicado el 6 de diciembre de 2018 en vozpopuli.com. Para un enlace directo al artículo original, haga click aquí.

Para información acerca del programa de becas Palmira Pla en la Universidad Carlos III de Madrid, haga click aquí:

Fotografía: Fundación Palmira Plá.