
Manuel Vidal-Quadras y Ramón
Nacido en Maracaibo y nieto de un pescador de Sitges, contribuyó a acumular una de las fortunas más grandes de España. Su colección de monedas y medallas fue la envidia de Europa.
Este marabino (Maracaibo (VE) 20-4-1816 / Barcelona 20-5-1894) fue el hijo primogénito del comerciante de Sitges, Manuel Vidal-Quadras y de Ana Ramón Marqués, natural de Torredembarra.
Su abuelo, José María Vidal Robert había emigrado a esta ciudad (capital del actual estado Zulia, a 700 kilómetros de Caracas) en 1803 donde abrió un establecimiento comercial.
En 1809, su padre Manuel Vidal-Quadras y su tío Alejo, dejaron Sitges y cruzaron el Atlántico para trabajar en el negocio familiar. Para ese momento, contaban con 16 y 12 años, respectivamente.
Durante la Guerra de Independencia venezolana, la familia Vidal-Quadras, dedicada al comercio textil se mantuvo fiel a España y a las tropas realistas ante el asedio de las tropas independentistas.
El triunfo de los independentistas en 1821 significó el exilio de la familia, que se muda a Santiago de Cuba. En esta ciudad crearon la sociedad Vidal-Quadras, que en dos décadas se convirtió en una de las dos únicas casas de comercio que actuaban como consignadores de buques y comerciantes banqueros, a la vez que adquirieron fincas urbanas y rústicas.
Mientras sus hermanos menores -nacidos en Cuba- eran enviados a estudiar a Barcelona y Londres, Manuel se mantuvo en la isla, ayudando a la empresa familiar. Antes de los 20 años ya tomaba decisiones importantes. Su padre y su tío cada vez se ausentaban más y pasaban largas temporadas en Catalunya.
Pero no se trataba de viajes de placer, sino de inversiones y del deseo de convertir a Barcelona en el epicentro de sus negocios. En 1840 los hermanos adquieren mediante subasta dos solares que ocupaban la muralla del mar de la ciudad y en 1844 terminaron de levantar dos edificios que constituyeron la sede de la Banca Vidal-Quadras, que abriría sus puertas en 1847.
El 15 de julio de 1844, Manuel contrae matrimonio con la alemana Isabel Bauch Walter. Años mas tarde, su hermano Alejo regresó de Europa para ayudarlo en la dirección de la empresa familiar.
Adiós a América
El 21 de abril de 1849, Manuel se embarcó con su mujer con el fin de instalarse en Barcelona. Su hermano Alejo abandonó también Cuba, en la primavera de 1850 para residenciarse en la capital catalana.
La firma Vidal-Quadras, si bien mantuvo su actividad naviera y consignataria, se orientó sobre todo a la actividad financiera, especializándose en la negociación y descuento de efectos endosables, como letras de cambio y pagarés.
En esta actividad figuraba la Casa de Banca Vidal-Quadras Hermanos en 1848 en el décimo primer puesto en el rango de los principales operadores según el Banco de Barcelona, y, sólo doce años más tarde, en 1860, esta casa de banca se había situado en el primer lugar entre las empresas y particulares que operaban en el mercado barcelonés de efectos endosables y se encontraba entre las ocho principales empresas mercantiles y financieras de Barcelona.
Diversificaron además sus intereses mercantiles con la participación en el negocio ferroviario y en la sociedad de Crédito Mercantil.
El hombre que coleccionaba
Manuel mostró escaso interés para asumir tareas directivas en empresas diferentes a su casa de banca o en la política. Esta apatía contrasta con su marcada afición por el coleccionismo numismático, que había iniciado en Cuba siendo niño.
Su colección monetaria, iniciado en 1835 y continuamente acrecentada tras su definitiva instalación en Barcelona llegó a tener casi quince mil ejemplares y fue considerada en su momento como una de las principales colecciones privadas de España, rivalizando incluso con la del Museo Arqueológico Nacional.
Este es el caso de las doscientas treinta y dos monedas visigodas, una de las más importantes en su género. Las fallidas negociaciones entre sus herederos y el Ayuntamiento de Barcelona posibilitaron la venta de esta colección en París, donde fue adquirida por el comerciante numismático Émile Bourgey a principios del siglo XX y luego vendida en lotes.
Una pequeña parte de su monetario, doscientas cuarenta monedas y cuarenta y siete cartones, ingresó ya entrado el siglo XX en el Gabinete Numismático de Cataluña (1932) procedente del Museo Provincial de Antigüedades de Barcelona.
Manuel Vidal-Quadras y Ramón falleció el domingo 20 de mayo de 1894, sin descendencia y su hermano Alejo, único socio superviviente, aprovechó la coyuntura para retirarse completamente de la casa de banca, que dejó en manos de sus tres hijos Alejo, Carlos y Luis Vidal-Quadras Villavecchia.
Fuente/Imagen:
Una saga de banqueros: la familia Vidal-Quadras. Martín Rodrigo y Martín Alharilla. Historia Social No. 64 (2009). Fundación Instituto de Historia Social
