Alicante (ES) 2-12-1753 / Madrid (ES) 12-2-1819.

Médico militar y cirujano honorario de la corte del rey Carlos IV.

¿Como una visita tan corta, de menos de tres meses es considerada como una presencia que dejó raíces en Venezuela?. Muy fácil: El ilustre alicantino Balmis y Berenguer trajo a esta parte del mundo -en 1804, a un cuarto de siglo de la batalla de Carabobo- nada menos que la recién descubierta vacuna contra la viruela.

Francisco Javier de Balmis y Berenguer fue un médico militar. Su nombre ha quedado vinculado a la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna —también conocida como «Expedición Balmis», en su honor— que él mismo realizó hacia las posesiones españolas de América y Filipinas para difundir la vacuna de la viruela, un hito en la historia de la medicina.

Nacido en Alicante el 2 de diciembre de 1753, Balmis se trasladó a La Habana, y más tarde a la Ciudad de México. Allí sirvió como primer cirujano en el Hospital de San Juan de Dios y pudo estudiar remedios para enfermedades venéreas, que le serviría para publicar más tarde el Tratado de las virtudes del agave y la begonia (Madrid, 1794).

De vuelta en España, llegó a ser el médico personal de Carlos IV. Persuadió al Rey de enviar una expedición a América a propagar la recién descubierta vacuna de la viruela. Balmis y José Salvany fueron el alma de la expedición, la cual partió del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803 a bordo del navío María Pita. De allí viajó a San Juan de Puerto Rico, La Guaira, Puerto Cabello, La Habana, Mérida, Veracruz y la Ciudad de México.

La vacuna llegó a lugares tan lejanos como a Texas en el norte y a Nueva Granada en el sur. Aunque no el propio Balmis, otros miembros de su expedición llevaron la vacuna a América del Sur, hasta Chiloé, en la actual República de Chile, y en esa época el territorio más al sur bajo dominio español en el Pacífico.

En la Ciudad de México, a Balmis le costó convencer al virrey José de Iturrigaray, pero finalmente él y su hijo fueron vacunados.

La expedición de Balmis llega a Puerto Cabello el 20 de marzo de 1804. Esta población de la Capitanía General de Venezuela estaba muy distante de la capital, Caracas, donde les esperaban.

Para desplazarse con rapidez a su destino y con utilidad para la campaña vacunadora, Balmis divide la expedición. Un grupo se desplaza por tierra, a lo largo del Valle de Aragua, y otro por mar, a bordo del guardacostas Rambli; se trasladan a la capital venezolana.

Tardaron en llegar a Caracas más de 10 días por las rutas en que se dividieron. Una vez que llegaron a la capital, comenzaron las vacunaciones. El día 30 de marzo de 1804, Viernes Santo, Balmis vacuna por primera vez en Caracas a 64 personas. En esta ciudad la vacuna se recibió con gran admiración.

Una vez establecida la vacuna en Caracas, y después de haberse creado una opinión pública favorable a la misma, la ciudad se erigió como centro difusor para toda la Capitanía General de Venezuela. Desde la capital se envió la vacuna a los territorios de Coro, Puerto Cabello, Ortiz, Santa María de Iripe, Tocuyo, Maracaibo, Cumaná e incluso a la isla de Margarita.

Balmis, en primera instancia, y todos los miembros de la expedición contaron con el apoyo del Gobernador y Capitán General, Manuel Guevara y Vasconcelos. La presión de la epidemia de viruela que se había generalizado en Nueva Granada aumenta el entusiasmo. En este territorio, Balmis, con el visto bueno del Capitán General de Caracas, creó la primera Junta de Vacuna del continente americano el día 23 de abril de 1804. El reglamento de creación y establecimiento de esta institución sirvió de modelo para otras poblaciones de América.

La estancia de la Expedición de la Vacuna en el territorio caraqueño fue satisfactoria profesionalmente y agradabilísima personalmente. Contaron con el respaldo de la población en las vacunaciones y fueron reconocidos como guardianes de la salud pública.

Una vez cumplida su misión -vacunan a 12.000 personas- zarpan de La Guaira el 8 de mayo de 1804 con destino a La Habana y posteriormente a México, escalas que tuvieron mayor duración que la venezolana.

En septiembre de 1805 Balmis zarpó a bordo del Magallanes del puerto de Acapulco hacia Manila, capital de las Filipinas, y en 1806 volvió a España. En su viaje de regreso todavía difundió la vacuna por Macao y Cantón (China) y en la isla de Santa Elena, posesión inglesa del Atlántico sur.

Foto: Francisco Javier Balmis, busto situado en la Facultad de Medicina de la Universidad Miguel Hernández de San Juan de Alicante, España.

 

FUENTES:

 

La Expedición

 

BALMIS ET VARIOLA. Autores: JOSÉ VICENTE TUELLS HERNÁNDEZ / SUSANA MARÍA RAMÍREZ MARTÍN Edita: Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat © 2003

Archila, R. “La Expedición de Balmis en Venezuela, IV Congreso Panamericano de la Historia de la Medicina” Caracas, 1969.