Eugenio trajo su particular humor a Venezuela en dos ocasiones. Nunca recurrió a chistes verdes para producir carcajadas. Apenas decía, en su particular mezcla de castellano y catalán eso de “¿Saben aquell que diu…?”, y comenzaban las risas…

En 1978 estuvo Eugenio por primera vez en Caracas, producto de la casualidad, según recordó Toni Carmen, socio del casal. Era un viaje personal -un crucero por el Caribe- en el que lo avistó un socio del Centre Català quien propuso ubicarlo e invitarlo. La Comisión de Festejos se puso en marcha y tras una labor detectivesca -no sabían donde se alojaba- lo contratan. Fue una apuesta arriesgada pues Eugenio aun no era tan conocido y no había ‘despegado’ su fama en Barcelona.

Se convirtió el Salón Principal del casal en un gigantesco café concert. Se fijaron tarifas especiales para comida y bebida y no quedó ni una mesa vacía: Éxito total.

La fotografía que ilustra esta nota viene de su segunda visita, en 1980. Era un artista más curtido y más conocido, pero igual de divertido. De nuevo, éxito total. Eventualmente, su éxito en España lo convirtió en un artista impagable (ver nota) y no volvió al país.

Eugenio Jofra i Bafalluy comenzó su camino artístico en 1968, formando el dúo musical “Els Dos” junto con su esposa, Conchita Alcaide.

En la década de los 80 se hizo famoso como narrador de chistes. Su humor era absurdo y parte de su efectividad residía en su semblante permanentemente serio («sólo me río cuando cobro», solía decir), en los cambios de ritmo que imponía apoyándose en las pausas para beber y fumar o encender los cigarrillos y en que no necesitaba recurrir a ninguna imitación de voces o acentos.

Actuaba siempre vestido de negro, sentado habitualmente en un taburete con una bebida (vodka con jugo de naranja) y un cigarrillo. Contaba los chistes con un fuerte acento catalán, intercalando a menudo algunas palabras y expresiones de su lengua materna al contar los chistes en castellano.

Eugenio disfrutó de una gran popularidad durante la década de los 80, cuando se multiplicaban sus actuaciones en vivo y sus apariciones en televisión, en el programa “Un, dos, tres” de TVE. Las grabaciones de sus chistes, en casetes de audio alcanzaban cifras insólitas: llegó a vender más de un millón de copias. En Barcelona se presentaba a diario en el ‘pub’ Sausalito, donde las filas para entrar daban la vuelta a la manzana.

A comienzos de los 90 entra en declive. Comienzan a aflorar las adicciones y las enfermedades. Fallece de un ataque al corazón el 11 de marzo de 2001, a los 59 años de edad. En septiembre de 2019 Radio Televisión Española estrenó un documental de su vida, dirigido por Xavier Baig y Jordi Rovira.

 

Artistas impagables

Algunos artistas ‘consagrados’ como Joan Manuel Serrat venían a Caracas y se presentaban en el Centre Català. Pero lo hacían dentro de una gira latinoamericana, en la que usualmente cumplían fechas en varios países y varias ciudades. Los costos de viaje, desplazamiento, músicos, alojamiento y otros se dividían entre varias presentaciones.

Cuando se trataba de artistas del ámbito cultural catalán, como Lluis Llach, Raimón o el mismo Eugenio en sus inicios, los costos debían ser cubiertos con una o dos presentaciones, lo que los hacia prohibitivos.

Un caso interesante fue el de la Cobla la Principal de la Bisbal, que visitó Venezuela en 1978 y para ‘amortizar’ sus gastos se presentó en el Centre Català, en el Teatro Municipal, en la Plaza Bolívar de Caracas, en el Club Táchira de Caracas, en el Club Puerto Azul del cercano litoral e incluso en el maratónico programa “Sábado Sensacional” de la cadena televisiva Venevisión. ¿Cómo es que un grupo musical especializado en sardanas era tan requerido?. La respuesta era fácil: lo mismo tocaban música clásica o académica, que sardanas, pasodobles o sevillanas. Polivalentes, pues.

Fotos: (en color). 1980. Eugenio en el Centre Català de Caracas, acompañado de varias socias. Autor desconocido.

Fotos: bn. Eugenio circa 1985.  © Europa Press.