Lugar y fecha de nacimiento y deceso, desconocidos

Farmaceuta. Vendedor de bienes raíces.

Hijo de Jaume Torras Llopart (1874-1948) y María Domenech Rovira (1876-1964). Se casa con María Teresa Recoder González (1927-2009) quien adopta el nombre artístico de María Teresa Torras y tienen cuatro hijos.

Residenciados en Barcelona, llevan una vida social animada, tal como recoge el diario La Vanguardia, en su edición del 31 de marzo de 1954, donde señalan al matrimonio Torras Recoder como los anfitriones de Aloi Padjaszky, director de la Escuela Española de Equitación de Viena y Ramón Guerrero, presidente del Real Jockey Club de Jerez, junto a otras personalidades: “Se escanciaron la manzanilla, el fino coquinero, el oloroso, el pálido amontillado y toda la gama del ‘oro embotellado’ que es el vino andaluz”, refiere la crónica social.

Un año después, emigraban a Venezuela. De acuerdo con la entrevista que realizan -en Julio de 2009- el escritor Rafael Arráiz Lucca y Gonzalo Fournier, Consejero de la Embajada de España en Caracas a María Teresa Torras, para el portal prodavinci.com, los hechos sucedieron así:

¿Y se vino por qué, cómo llegó a Venezuela?

Mi suegro era farmacéutico y mi marido también, pero mi marido no estaba metido en la fábrica sino en la parte comercial, pero allí no había papeles y a la hora de la repartidera (partición de bienes) se formó el zaperocón (problema, complicación) , mi esposo se deprimió mucho y yo le dije, chico, ¿por qué no nos vamos?.

¿Y cuándo llegaron?

Mira, creo que en el 55.

¿Y llegaron a Caracas?

Sí, sí, a Caracas.

¿Y tenían previsto algo donde vivir?

No, no, pero vinimos con plata, nos situamos en un apartamento en Bello Monte. Y allá Agustín se dedicó a los bienes raíces, él vendió toda esta urbanización y trabajó con Inocente Palacios, había un judío, un catalán y un italiano, y bueno, así fue la historia (la Urbanización Colinas de Bello Monte fue un desarrollo del promotor inmobiliario Inocente Palacios (1980-1996).

 

Fuentes:

María Teresa Torras y el arte como destino simultáneo

La Vanguardia: 31 de marzo de 1954. Página 23.

Fotografías/imágenes: El Colinero.wordpress.com